OÍR RADIO, una acertada alternativa para que seamos felices...

<> DESDE SAN JUAN DE LOS MORROS, VENEZUELA, PARA EL MUNDO <>
La radio desde su invención y a través del tiempo transcurrido ha sido un elemento indispensable en el diario vivir.
Sirve al igual que Dios, afortunadamente para todo...,una grata compañía, donde siempre hay una voz amiga, capaz de educar, de informar, de aleccionar, de mantenernos informados, también nos deleita con música, transmite valores, enseñanzas y todo aquello que nos hace sentirnos bien. Siempre a nuestra disposición, solo con un clic se hace presente y con otro se retira, si así lo deseamos...

Así es la radio, amables amigos todos...

blog creado el 1º de febrero de 2015

http://radiofeyalegrianoticias.net/radios/guarico/sanjuanfm.html

martes, 22 de noviembre de 2016

"Magazine Sabatino" Emisión del 19.11.2016


El pasado sábado tuvimos oportunidad de hablar de un escritor y conferencista, que tiene la virtud de transmitir, paz, seguridad y es por sobre todo es su intención despertar en nuestra conciencia los valores para vivir en mejor armonía con la existencia. También lo podemos señalar como “MAESTRO ESPIRITUAL”.  Sus palabras  están orientadas a concientizar el papel que erradamente empleamos con la mente y su primo hermano que es el EGO. Por supuesto todo ello tiene que ver con la espiritualidad, con la empatía con lo natural y con nuestro anhelo de vivir felices. 
Nos referimos al Sr.Eckhart Tolle que tiene en estos momentos 68 años de edad, nacido en  Alemania residente en Canadá. Si fueran importantes los galardones, diremos que es reconocido por títulos que a publicado, como El poder del ahora y Una nueva tierra. Como dato adicional sobre el contenido del mensaje de que es portador, diremos que en 2008, un escritor del New York Times se refirió a Tolle como "el autor espiritual más popular en Estados Unidos". En 2011, una conocida publicación lo calificó como el autor de espiritualidad más conocido del país.
Como escritor ha escrito Enseñanzas (libros de ayuda que aclaran nuestra percepción de las cosas y tratan de alejar o controlar el estress. Abarca también temas psicológicos, filosóficos, de auto-análisis  de superación personal, que no contradice a la religión, ni a la fe, ni al concepto que tenemos de Dios, según nuestras creencias.
Su ensayo El Poder del Ahora enfatiza la importancia de ser consciente del momento presente para no perderse en los pensamientos. En su opinión, el presente es la puerta de acceso a una elevada sensación de paz. Afirma que "Ser Ahora" conlleva una conciencia que está más allá de la mente, una conciencia que ayuda a trascender el "cuerpo-dolor" que es creado por la identificación con la mente y el ego. Su último libro, "Una Nueva Tierra", cuyo título de la edición original  y cuya edición en Español se llama "Un nuevo mundo, ahora", explora la estructura del ego humano y cómo éste actúa para distraer a la gente de su experiencia presente en el mundo. También ha escrito "El Silencio habla" y "Practicando el poder del ahora".
Tolle no está alineado con ninguna religión o tradición en particular. Sin embargo, en el libro Diálogos con maestros espirituales emergentes que es de otro autor, Tolle ha hablado de una fuerte conexión con Krishnamurti y Ramana Maharshi, ambos maestros de la India y afirma que su mensaje es una síntesis de las enseñanzas de estos dos maestros. En realidad todo aquello que tenga un mensaje espiritual todo ya está escrito, solo queda practicarlo en la forma correcta y sincera. Las influencias a las que se hace referencia en El Poder del Ahora están inspirados en lo enseñado por ellos El libro también interpreta frases de Jesús recogidas en la Biblia.
Todo este material y mucho más es fácilmente encontrarlo en forma gratuita en Internet. Escriban en el ordenador Eckhart Tolle y hallaran hasta sus libros en formato PDF, que fácilmente pueden descargar.

Cuando nos referimos a la utilidad del mensaje de Eckhar Tolle es por sobre todo encontrar respuesta a la complejidad de los problemas que afrontamos a diario.

Colaboró en la emisión del programa Ema Rivero, frente a los microfonos  y lo hizo con el mayor entusiasmo y profesionalidad. En los controles, Raúl Fermín. A ambos nuestro sincero agradecimiento. 

lunes, 14 de noviembre de 2016

"Magazine Sabatino" Emisión del 12.11.2016


                                         El pasado sábado 12 de noviembre el programa contó con la presencia de Yesid Murillas, quien lidera el clamor de gran parte de la población sanjuanera para exigir la salida y demolición de las cárceles: PGV, 26 de Julio y el Internado Judicial Los Pinos, para ubicarlos en  otros espacios fuera de San Juan de los Morros.
Expuso una serie de peticiones que se sustentan en los beneficios que representaría para la capital guariqueña (ya convertida en una ciudad universitaria) la utilización de esos espacios para el desarrollo de diversos proyectos para el bien comunitario.
En los próximos días acudirá a las autoridades pertinentes para dar a conocer las razones que están sustentadas en actas de la Asamblea General realizada días pasados en las instalaciones del Club Hispano, en la cual se unieron fuerzas para elevar las voces de protesta, avaladas hasta los momentos en más de 400 firmas. 

  El equipo de radio Fe y Alegría Noticias  estuvo presente en este sitio de concentración y varios ciudadanos rindieron sus declaraciones referentes a esta situación que mantuvo en zozobra a las comunidades cercanas a este recinto penitenciario por los continuos enfrentamientos armados entre los privados de libertad.

Agradecemos al profesor Juan Carlos Leal su participación en el espacio.

martes, 8 de noviembre de 2016

"Magazine Sabatino" Emisión del 05 de noviembre de 2016

Miguel Otero Silva
                                              El programa de hoy lo dedicamos a una novela 
eminentemente venezolana como es “Casas Muertas” de Miguel Otero Silva. Evidentemente  son  pocos los escritores contemporáneos y latinoamericanos que logran  expresar con un lirismo tan apasionado, al crear una novela de características especiales donde la literatura hace transitar a los personajes en torno a una ciudad real, con una historia fidedigna, que inspirara a su autor a escribir esta obra, la cual en  su decadencia y agonía logra identificarse  plenamente el escritor y comparte sus angustias y sus penas, con sus propios pobladores en un  irremediable y fatal destino.

Es Miguel Otero Silva (1908-1985), el genial artífice de esta obra, un clásico legítimo de la literatura venezolana, que se convirtiera en su mejor novela y que fuera publicada en 1955. El llano venezolano, puntal fundamental de la venezonalidad se halla en esta obra presente, y es Ortiz una ciudad llanera de nuestros más caros afectos, que por su cercanía se hermana con nuestros Morros Sanjuaneros.

 Hoy día, cualquier viajero que pase por Ortiz, con destino a los llanos guariqueños, también de los apureños y de algunos otros destinos perdería poco tiempo y por sobre todo ganaría mucho en conocimiento y solaz, entrar a la ciudad, detenerse unos minutos para  contemplar su plaza, su iglesia y algunas fachadas centenarias, casi todas ruinosas, pero llenas de embrujo y de historia.

  Ortiz, la ciudad protagonista geográfica e histórica de esta novela, que fuera llamada otrora y con todo acierto, la Rosa de los Llanos es un pueblo olvidado, que luego de un envidiable esplendor en que llegara hasta a ser capital del Guárico, (1874-1881), durante la primera presidencia de Guzmán Blanco, La naturaleza se ensaña despiadada, -en aquellos tiempos en que transcurre la novela-  debe soportar las más ancestrales e inmisericordes pestes, el paludismo, la hematuria, (una plaga que produce ulceraciones de la piel), enfermedades de todo tipo que diezman a sus pobladores y obligan a los aún conservan la  vida, a emigrar de su territorio.

En 1855 se presenta una epidemia de cólera que produce muchas bajas en su población. Posteriormente a principios del siglo XX, Ortiz fue azotada por el paludismo o malaria que origina el éxodo de sus habitantes, el  cual se hizo más dramático y para finalizar en 1918 cuando la peste española acabó de manera definitiva con la población restante.

 El tema político no escapa a su desventura;  una dictadura de las no pocas que hubiera el país de soportar, acrecienta e intensifica las calamidades. Esta es  precisamente la dictadura de Juan Vicente Gómez y que el autor le dedica unas líneas. Nos referimos a los16 estudiantes que hacen una escala en Ortiz una madrugada de un domingo de noviembre de 1926 1926, antes de ser trasladados en una localidad próxima como fuera Palenque, que aún existe olvidada por todos los gobiernos. Existía allí una cárcel,  más propiamente una especie de campo de concentración, cercado con alambres de púas, donde a duras penas su población carcelaria, la cárcel estaba destinada a presos comunes lograba sobrevivir    Otero Silva nos lo describe en el capitulo VII

Carmen Rosa, el personaje principal y real que el autor conserva su verdadero nombre, en un  pasaje de la novela leemos>>>
 
 “Aquella noche Carmen Rosa permaneció muchas horas inmóvil, a la luz de la lámpara que doña Carmelita había traído consigo. Las sombras borraron el color de las flores y el perfil de las matas, destacándose solas contra el cielo las ruinas de la casa vecina.

Había sido una casa de dos pisos y las vigas rotas del alto apuntaban por sobre de las ramas de los árboles como extrañas quillas de barcos náufragos. Una casa muerta, entre mil casas muertas, mascullando el mensaje desesperado de una época desaparecida. Todos en el pueblo hablaban de esa época. Los abuelos que la habían vivido, los padres que presenciaron su hundimiento, los hijos levantados entre relatos y añoranzas.

 Nunca, en ningún sitio, se vivió del pasado como en aquel pueblo del Llano. Hacia adelante no esperaban sino la fiebre, la muerte y el gamelote del cementerio. Hacia atrás era diferente. Los jóvenes de ojos hundidos y piernas llagadas envidiaban a los viejos el haber sido realmente jóvenes alguna vez”.

En el presente, Ortiz es un pueblo pequeño y tradicional, con mucho de la clásica y también censurable indiferencia llanera. Tiene sí, el indiscutible encanto de que nadie está allí apurado ni estresado. En estos tiempos en donde pasear por Caracas y otras ciudades no tiene nada de la gracia de otras épocas, todavía Ortiz conserva una amable acogida en que siempre que podemos, al regreso de  los llanos, nos detenemos el tiempo suficiente para tomar algún refrigerio, estirar las piernas y disfrutar de su encanto pueblerino.

 En muchas oportunidades curioseamos lo que escondían en su interior las viejas fachadas de sus casas distinguidas y lujosas de su época de esplendor. En una esquina, frente a la plaza aún se yergue aunque algo trémula, una vieja casa de dos plantas, que según los informes de los vecinos había en ella bailado Bolívar, en una de las tantas reuniones que allí se celebraban.
 Probablemente sea cierto, todas esas casas están llenas de  historia que sería importante estimar, no descuidar y sí dedicarles tiempo, buena voluntad y recursos por parte de la Administración Pública y así lograr -para bien de la patria, que es el bien de todos- volver a la vida y a la estima, a aquellas Casas Muertas de que nos describiera con tan cautivante inspiración, Miguel Otero Silva en su célebre novela…

Fernando Rodríguez Mirabal, nuestro amigo de tantos años, desde ya hace tiempo es el  cronista de Ortiz.Todavía mantiene, nítida en su memoria, la imagen de Miguel Otero Silva entrando a “La Rodriguera”, la casa familiar, en donde conversaba largamente con su abuela doña Beatriz Rodríguez de Rodríguez, cuyos relatos y anécdotas le sirvieron de insumo para escribir su famosa novela “Casas Muertas” en la que narra la tragedia y el desplome de este pueblo guariqueño a causa de las enfermedades, las fiebres, el paludismo, que azotaron a la Venezuela de principios del siglo XX.


El autor con el Prof.. Fernando Rodríguez  en "La Rodriguera" (2010)

Rodríguez era apenas un niño cuando Silva llegaba al pueblo a bordo de un auto Packard negro acompañado de la cineasta Margot Benancerrat. Hoy, casi 60 años después, en la misma casa “La Rodriguera”, sentado en los mismos muebles que acogieron al escritor, don Fernando se recuerda jugueteando en el patio y la voz del visitante diciéndoles “muchachos tomen”.

“Otero Silva llegaba cargado de caramelos. Imagínese usted, ¡chocolate Savoy en Ortiz en el año 1950!. Y le traía regalos a mi abuela .Le trajo un chal bellísimo”, evoca don Fernando.

Agrega el cronista que Otero Silva incluyó a su abuela en la novela como la “señorita Berenice” y su padre Nicanor Rodríguez es el “monaguillo Nicanor”.

En su libro Semblanzas orticeñas, obsequiado al Correo del Orinoco, don Fernando incluye la descripción que Otero Silva hace de la señorita Berenice en Casas Muertas:

“Siempre vestida de blanco con visos de nube y de velero, olorosa a jabón recién bañada con aguas del Paya se presentaba la señorita Berenice a dar sus clases en la escuelita de Ortiz”.

Cuando Otero Silva publicó su novela vino a Ortiz portando un ejemplar autografiado de aquella primera edición y una dedicatoria muy particular : “A la señorita Berenice”.

“El mismo, sentado en estos bancos, le leyó a mi abuela parte de los capítulos. Esa novela autografiada se me perdió. He movido cielo y tierras buscándola, pero no la he conseguido”, dice don Fernando.


Ortiz esta ubicado a unos 40 kilómetros al sur de San Juan de los Morros, la capital guariqueña.